Ana Maria Arévalo Gosen

From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen

March’s featured photographer is Ana María Arévalo Gosen

Ana Maria Arévalo Gosen (Caracas, Venezuela. 1988) is a women’s rights activist and her tool to drive attention is visual storytelling. Mixing rigorous research with intimate stories, she wants to make a positive impact through her projects.

As a result of the crisis in Venezuela Ana moved to Toulouse, France in 2009. She studied political science (IEP) and photography (ETPA). She did an internship at the AFP, Paris where he acquired knowledge about press photography. In 2014, Ana moved to Hamburg and worked as a freelance photographer. Here, she worked as an editorial photographer and her work was published in media outlets such as; Szene Magazin and Der Spiegel. In 2016-2017, she produced her most challenging work, The meaning of life, an intimate story about her husband’s fight against testicular cancer. Today, she uses it to raise awareness about this disease. Each year the exhibition raises funds for male cancer research (2017 in Madrid and 2018 in Bilbao).

In 2017, she says her roots called her back, this is when she returned to Venezuela, the place of her source of inspiration. Her first long-term project, Dias eternos, on the conditions of women in preventive detention centrs and prisons in the country. This work was awarded the Lucas Dolega price in 2020 and was donde with the support of Women Photograph (2018) and Pulitzer Center on Crisis Reporting Travel Grant (2018). Later, the same project won the first place of the POY Latam in the category “the strength of women” and was awarded PHMuseum women grant honorable mention (2019).

The series, it has been published in the New York Times, LFI, 6Mois, El País, Wordt Vervold, among others. Exhibited at the Manifesto Festival in Toulouse. In April 2018, she was invited to participate in a conference in Defense of Human Rights (FIU, Miami).

Ana Maria looks to continue this work in the rest of Latin America. Today, she lives in Bilbao spending long periods of time in her native Venezuela.

Días eternos

The current economic misery in Venezuela, mixed with violence and crime rooted in society, has accentuated inside the preventive detention centres. The procedural delays are separating thousands of women from their families and children for months or even years. The prison system goes beyond the threshold of what is considered not acceptable in societies where democracy works. Cases of deaths due to malnutrition, infectious diseases and riots. The facilities are severely overcrowded. There are extreme precariousness of sanitary facilities, supplies are provided by family members. There is a lack of medical assistance. In this context of deprivation, detainees are in a very vulnerable situation. They are women of humble origins. Their lives have been marked by family abandonment, sexual abuse or violent treatment. They are accused of drug smuggling, theft, illicit carrying of arms, kidnapping, association to commit a crime, corruption of minors, infanticide, terrorism and looting of private property. The causes for imprisonment also extends to the political sphere. The “law against hate”, which is passed in January 2018, forbids any protest against the government and has put numerous women behind bars. Having a second chance in their lives is a recurring idea that almost everyone has in mind.

How do prisoners – some of them mothers – continue their lives after release and reunite with their families? And what do their conditions tell us about the state of the current Venezuelan crisis? Facing this dreadful reality of the Justice system, a mandatory task of public debate and political action – not only in Venezuela, but everywhere in the world – is to contribute to the urgency of establishing penitentiary institutions that do not violate the Human Rights of these women.

From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen
From the series, Dias Eternos ©Ana Maria Arévalo Gosen

To see more of Ana María’s projects, here


La fotógrafa del mes de Marzo es Ana María Arévalo Gosen

Ana es una luchadora por los derechos de la mujer y su arma es contar historias visualmente. Mezclando investigaciones rigurosas con historias intimas, ella quiere lograr un impacto positivo a través de sus proyectos. A causa de la crisis de Venezuela, en el año 2009, Ana decidió mudarse a Toulouse, Francia.

Estudió Ciencias Políticas (Institute de Sciences Politiques) y Fotografía (ETPA). Durante sus estudios hizo una pasantía en la AFP de París donde adquirió conocimientos sobre la fotografía de prensa.

En el año 2014 Ana se mudó a Hamburgo y comenzó a trabajar como fotógrafa independiente.

En el año 2016-2017 produjo su trabajo más emocional y desafiante. “El significado de la vida” es la intima historia de la lucha de su esposo contra el cancer de testiculo. Hoy en día ellos usan la historia para crear concienciación sobre esta enfermedad. Cada año exponen la serie y reúnen fondos para la investigación del cancer masculino. En el 2017 en Madrid y 2018 en Bilbao. Esta historia fue publicada en la revista Polka y en Washington Post. Desde el 2016 cuenta con el apoyo de Leica.

Sus raíces natales la llamaron en el 2017, cuando regresó a Venezuela, el lugar de su principal inspiración y vocación. Su primer trabajo a largo plazo “días eternos”, sobre las condiciones de mujeres en centros de detención preventiva y prisiones del país. Este trabajo fue hecho con dos becas: Women Photograph (2018) y Pulitzer Center on Crisis Reporting Travel Grant (2018). Fue ganador del premio Lucas Dolega (2020) y el primer lugar del POY Latam en la categoría “la fuerza de las mujeres” (2019). La serie ha sido publicada en New York Times, LFI, 6Mois, El Pais, Wordt Vervold, entre otros. Fue parte del Festival Manifesto en Toulouse. En Abril del 2019 fue invitada a participar como penalista en la conferencia del ILS en defensa de los Derechos Humanos de Venezuela, Cuba y Nicaraga (FIU, Miami).

Hoy en día vive en Bilbao, España y pasa largas temporadas en Venezuela haciendo proyectos a largo plazo.

Días Eternos

La miseria económica actual en Venezuela, mezclada con violencia y crimen arraigados en la sociedad, se ha acentuado dentro de los centros de detención preventiva. Los retrasos procesales están separando a miles de mujeres de sus familias y niños durante meses o incluso años. El sistema penitenciario va más allá del umbral de lo que se considera no aceptable en las sociedades donde funciona la democracia. Casos de muertes por desnutrición, enfermedades infecciosas y disturbios. Las instalaciones están muy pobladas. Hay una extrema precariedad de las instalaciones sanitarias, los suministros son proporcionados por miembros de la familia. Falta asistencia médica. En este contexto de privación, las detenidas se encuentran en una situación muy vulnerable. Son mujeres de origen humilde. Sus vidas han estado marcadas por el abandono familiar, el abuso sexual o el trato violento. Se les acusa de contrabando de drogas, robo, porte ilícito de armas, secuestro, asociación para cometer un delito, corrupción de menores, infanticidio, terrorismo y saqueo de propiedad privada. Las causas del encarcelamiento también se extienden a la esfera política. La “ley contra el odio”, aprobada en enero de 2018, prohíbe cualquier protesta contra el gobierno y ha puesto a un gran número de mujeres tras las rejas. Tener una segunda oportunidad en sus vidas es una idea recurrente que casi todas tienen en mente.

¿Cómo continúan presas, algunas de ellas madres, sus vidas después de la liberación y se reúnen con sus familias? ¿Y qué nos dicen sus condiciones sobre el estado de la actual crisis venezolana? Frente a esta terrible realidad del sistema de justicia, una tarea obligatoria de debate público y acción política, no solo en Venezuela, sino en todo el mundo, es contribuir a la urgencia de establecer instituciones penitenciarias que no violen los Derechos Humanos de estas mujeres.

Para saber más de los proyectos de Ana, aquí