Lucy Argueta

August’s featured photographer is Lucy Argueta

Born in La Paz, Honduras. Currently lives and works in Colombia.

Argueta lives and works in Colombia and is a visual artist and cultural agent. During the last few years her work has explored the implicit relationships between collected objects and their medium of circulation in second hand shops, and the quality of “pirated” material, heavily associated with the black market and contraband.

Although it is true that these relationships are based on their use value and their exchange value, this does not appear to be an important element of Argueta’s work and the treatment she gives her images. Instead, as merchandise is removed from its habitual circulation, reintroduced and given a new significance in the art world, it then is part of a process that re-programmes the world and the things that tell us profound stories. Such stories are anchored to social spaces and the domains of desire and fantasy that constitute concepts of glamour and the phenomenology of appearance of which the average person can only hope to dream.

Some of Argueta’s first projects explored diverse ideas centred on the concept of memory and the poetic narratives surrounding objects and dress, elements she still includes in her installations, photographs and light boxes. With this approach the artist talks to us about a series of values, firmly rooted in the core of contemporary society, seen through a lens situated at the periphery, distanced from that of the spectacle and the fantasy world of celebrities and designer brands, revealing a subtle and ironic dose of reality.

Her work has been featured in diverse exhibitions in Guatemala, Honduras, El Salvador, Panama, Nicaragua, Costa Rica, Columbia, the United States and France. As an artist and as a designer of alternative education programmes in contemporary artistic practices, Argueta has developed various projects in Central America and is now developing one in Columbia. She is currently the co-director of the programme, ARTBO and a tutor at Cámara de Comercio de Bogotá (Commercial Camera of Bogota).

Vestigio

Archaeology of the moment.

In 2012 I started the process of burying and unearthing a significant number of items of male and female clothing, which harboured a potent symbolic charge, as this has been an important factor in all my projects related to clothing. On this occasion the clothing seemingly converted itself into a format and a record of a temporality, announcing itself through the traces nature leaves on the clothes. In the first instance the project, which lasted several months, during which the clothing was buried until it decomposed, was presented as a video installation at the Central American Biennale the same year. However, the articulation of the proposal went from several spatial modes of presentation towards the exploration of the image as a mode of a “record of a record”. This piece underwent the same process, generating multiple hypotheses. In this case the photography can be understood as a medium by which to capture the clothing, a process of mapping which then becomes a type of “monument” that has the aim, amongst other things, to prevent the process of disintegration, without success.

The garment, in this case, is a metaphor and an enunciation of corporality, as well as the permanency of the instant through the absence of the physical object, transforming with it, the image of an echo of temporality, and establishing with it more profound and complex relations. When we understand the socio-political context of the moment at which that garment was produced (for example, the era after the coup d’état in Honduras), as well as the references of those other absences that make themselves known, only by evoking them ourselves or by those others who also, when intending to make the instant permanent, develop an archaeological exercise of that which is no longer there, but that becomes the presence only to the extent to which we bring it back through the record or the enunciation.


La fotógrafa del mes de Agosto es Lucy Argueta

Nace en La Paz. Honduras. Actualmente vive y trabaja en Colombia.

La obra de Argueta ha explorado durante los últimos años las relaciones implícitas entre los objetos que recolecta y su medio de circulación en los mercados de segunda mano, o su calidad de objeto “pirata” muy asociado al mercado negro y de contrabando.

Si bien es cierto, estas relaciones manifiestas entre valor de uso y valor de cambio no aparecen como elementos importantes en el tratamiento que Argueta le da a sus imágenes, si es muy concreto el hecho de que, como mercancías extraídas de su entorno habitual de circulación, reintroducidas y resignifcadas en el espacio del sistema del arte, obedece a una estrategia de re-programar el mundo de las cosas para contarnos otras historias profundamente ancladas al espacio de lo social, el campo de los deseos y de las fantasías que al final del día constituyen eso: una fantasía sobre un concepto de glamour y la fenomenología de la apariencia con la cual, los sujetos promedio sólo pueden aspirar a soñar.

En algunos de sus primeros proyectos, Lucy Argueta exploró una diversidad de ideas ligadas a la noción de memoria, y las narrativas poéticas de los objetos, y la indumentaria, un elemento presente hasta ahora en sus instalaciones, fotografías y cajas luminosas. Con este planteamiento, la artista nos habla de una serie de valores muy arraigados en el seno de la sociedad contemporánea, pero vistos a través de un lente situado en el contexto de la periferia, alejado de las sociedades del espectáculo, y el mundo fantasioso de las celebridades y las grandes marcas, para develar con ello, una sutil e irónica dosis de realidad.

Su obra ha sido parte de diversas muestras en Guatemala, Honduras, El Salvador, Panamá, Nicaragua, Costa Rica , Colombia , EE.UU y Francia.

Argueta a desarrollado diversos proyectos como artista y en el diseño de programas de educación alternativa en prácticas artísticas contemporáneas en Centro América y actualmente en Colombia.

Actualmente co-dirige el programa ARTBO Tutor de la Camara de Comercio de Bogotá.

Vestigio

Una arqueología del instante.

En el año 2012 realice una acción que consistió en un proceso de entierro y desentierro de un número significativo de prendas, desde indumentaria de uso masculino así como femenino, dichas prendas, guardaban una potente carga simbólica – ya que ello constituye un factor importante en lo referente a todos mis proyectos relacionados con prendas- en esta ocasión la indumentaria suponía convertirse en soporte y registro de una temporalidad enunciada por los rastros de la naturaleza sobre el tejido. En una primera instancia, el proyecto, que tuvo una duración de varios meses enterradas hasta lograr la descomposición de las prendas se presentó a modo de vídeo instalación dentro del marco de la Bienal Centroamericana de ese mismo año, sin embargo, la articulación de la propuesta que pasó de unos modos de presentación espacial hacia la exploración de la imagen como un modo de “registro del registro” mismo para el proceso de está pieza unos modos de generación de otros supuestos, la fotografía en este caso se entiende como un medio de captura y una cartografía de la prenda, la prenda se transforma en una especie de “monumento” que se propone, entre otras cosas, detener sin éxito el proceso de desintegración.

La prenda en este caso es metáfora y enunciación de la corporalidad, así como de la permanencia del instante mediante la ausencia del objeto en físico, transformando con ello la imagen en un eco de la temporalidad, y estableciendo con ello unas relaciones mucho más profundas y complejas que cobran sentido una vez que entendemos el momento singular por el cual atraviesa el contexto socio-político en donde se produce la pieza, (la etapa post golpe del Estado en Honduras), así como las referencias a esas otras ausencias que se hacen presente sólo por ser evocadas por nosotros mismos o por esos otros que también, en un intento por hacer permanente el instante, elaboran un ejercicio arqueológico de aquello que ya no está, pero que se vuelve presencia solo en la medida que lo traemos devuelta mediante el registro o la enunciación.